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04/07/2023

Cómo prevenir el cáncer de piel: riesgos y medidas preventivas

La Academia Española de Dermatología y Venereología estima que un tercio de todos los cánceres que padece el ser humano son cutáneos.

El cáncer cutáneo se ha convertido en un grave problema para la salud pública en nuestro país. Conocer los riesgos de esta enfermedad y concienciar sobre las buenas prácticas es el mejor remedio para prevenir esta enfermedad.

El cáncer de piel más conocido a nivel popular es el melanoma, que se manifiesta como una mancha asimétrica de bodes irregulares, que presenta una coloración no homogénea y de diámetro superior a 6 mm. El motivo por el que se han hecho grandes campañas de difusión de esta patología es porque constituye la principal causa de muerte por cáncer de piel en España. Tiene una incidencia de 12,3 nuevos casos por 100.000 habitantes al año, lo que significa unos 5.700 nuevos casos cada año.

No obstante, aunque el melanoma tiene gran importancia por su gravedad, no es el cáncer de piel más frecuente, lo superan ampliamente otros cánceres cutáneos: carcinoma basocelular con 253 casos por 100.000 habitantes al año y epitelioma espinocelular con 38 nuevos casos cada 100.000 habientes al año.

Además, merece citarse la queratosis actínica: es una pequeña zona de color rosa o grisáceo de piel seca, escamosa, áspera al tacto (a veces más palpable que visible). Es uno de los diagnósticos más frecuentes en las consultas de dermatología (más de uno de cada 4 pacientes mayores de 45 años). Se trata de una lesión de fácil tratamiento pero que, si no se aborda, con el tiempo puede malignizarse.

Los expertos de Unión de Mutuas destacan que todas las anteriores patologías tienen como principal factor de riesgo ambiental la exposición solar: los rayos ultravioletas del sol inducen de forma directa o indirecta alteraciones en el ADN y ARN de las células de la epidermis (queratinocitos). Por tanto, los hábitos de exposición solar iniciados hace ya bastantes décadas y la práctica cada vez más frecuente de deportes y actividades recreativas al aire libre irán aumentando su incidencia.

En consecuencia, la principal medida preventiva consiste en evitar las quemaduras solares: uso de gorras o sombreros, proteger el cuerpo con camiseta, llevar gafas de sol, evitar exposición solar a las horas centrales del día (12 – 17 h.) y uso de protectores solares con factor de protección alto (20 minutos antes de la exposición, repetir cada 2 -3 horas y después de sudar abundantemente o bañarse). Es importante resaltar que el uso continuado de cabinas de broceado (aunque sea rayos UVA) también puede inducir las lesiones de la epidermis.

Además de estos consejos, también es recomendable hidratar el cuerpo bebiendo agua con frecuencia y vigilar las marcas en la piel de cualquier lesión, lunar, mancha o peca que hayan cambiado de color, tamaño o forma y presenten una asimetría, bordes irregulares, un diámetro superior a seis milímetros o tengan un tacto áspero, escamoso, piquen o sangren.